Las bombas de bicicleta parecen elementos sencillos a primera vista, pero una buena elección hará que tengamos un producto que dure más y con el que menos esfuerzo nos requiera el acto de inflar.
Este producto está orientado especialmente para aquellas personas que usen la bicicleta continuamente, ya que ahí es cuando la presión de los neumáticos decae por norma general.
Los neumáticos son elementos únicos dentro de la bicicleta, ya que son los únicos que contactan con el suelo, permitiéndonos circular con seguridad y a una velocidad variable. Por ello, hay saber cómo cuidarlos.
En estos elementos también hace falta un mantenimiento que se puede llevar a cabo controlando su nivel de aire, que nos permitirá mantener nuestros neumáticos en los niveles de presión adecuados por el fabricante. En caso de que necesiten más aire, los infladores o bombas de bicicleta nos ayudarán a este cometido.
Una correcta presión nos evitará muchos problemas. Si la presión es muy baja, las probabilidades de pinchazo pueden aumentar. Pero si la presión es muy alta, las ruedas perderán capacidad de amortiguación con el medio, además de que se incrementa la probabilidad de reventón en las cubiertas.
Aparte de los consejos previos del fabricante, cada ciclista deberá tener en cuenta sus circunstancias propias. Por ejemplo, los ciclistas con mayor peso necesitan niveles de presión más altos en las cubiertas. Además, las condiciones del terreno en el que circulemos y nuestra forma de conducción determinarán el nivel de presión que necesitemos.
Las bombas de pie son una gran opción si te interesa comprar un inflador para tener en casa. En este caso, dichas bombas realizan el inflado antes de usar la bicicleta. Suelen tener un gran tamaño, por lo que no son la mejor opción de portabilidad.
Hay modelos con cuentan con un barómetro, o indicador de presión, algo que nos permitirá ajustar al máximo la presión de nuestro neumático, consiguiendo así la presión establecida por el fabricante.
Además, estas bombas de bicicleta son muy estables, lo que nos permitirá aplicar más fuerza de forma más cómoda.
Las bombas de mano también son las llamadas bombas portátiles o minibombas. Estos infladores están adaptados para un uso durante las rutas con nuestra bicicleta. Se puede llevar tanto en el maillot como en algún adaptador fijado en nuestro portabidones.
Estas bombas cuentan con menos capacidad que las bombas de pie, pero su cometido no es el de mantenimiento de nuestras ruedas, sino el de sacarnos de un apuro en caso de pinchazo o pérdida de presión. Para ir bien preparado, deberás portar, tanto el inflador portátil, como el kit de reparación de pinchazos oportuno.
Aunque su tamaño es reducido hay modelos que cuentan con manómetro analógico o digital, lo que nos permite conocer la presión de nuestras ruedas in situ.
Las bombas de CO2 han revolucionado el panorama de los infladores de ruedas de bicicleta. Son de tamaño compacto, por lo que se pueden portar de forma sencilla en la bicicleta. Cuentan con cartuchos de aire comprimido.
Estos infladores destacan por su rapidez de inflado, además de que pueden llegar a más bares de presión que las de mano. Son la mejor opción si no quieres perder tiempo en caso de pinchazo o pérdida de presión.
Las bombas de suspensión o bombas para horquilla son infladores que insuflan aire en la horquilla de suspensión de una bicicleta. Estos infladores tienen un uso común en las bicicletas MTB, cuyo uso en entornos irregulares precisa de una amortiguación adecuada.
Estas bombas de bicicleta son únicas ya que aguantan mayores presiones que las anteriores. Las suspensiones tienen que estar a presiones más altas que las ruedas, por lo que las anteriores bombas no servirían para aumentar la presión de las suspensiones.
Estos infladores cuentan con válvula de apertura y cierre, lo que evita pérdidas de presión. Además, tienen un manómetro con el que podemos controlar fácilmente la presión, lo que nos permite agregar o soltar presión in situ.
Aunque su uso principal sea en bicicletas de montaña, también se puede usar en bicicletas de carretera y bicicletas urbanas, mejorando el rendimiento de nuestra bicicleta.
Por supuesto, las bombas necesitarán repuestos, o algún complemento, para que su funcionamiento sea el adecuado.
Los adaptadores de válvula, o las válvulas de repuesto, son un objeto que casi seguro deberemos tener en nuestro repertorio. En caso de las bombas de CO2, éstas necesitan cartuchos de CO2 para funcionar. En caso de que nuestra bomba de bicicleta no cuente con manómetro, siempre se podrá añadir alguno para conocer la presión.
En Ciclos Currá somos expertos en el mundo del ciclismo. Por ello, sabemos la importancia de las bombas de bicicleta, razón por la que ofrecemos bombas de bicicleta de calidad contrastada.
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