Casco Bell Nomad Mips

El casco Bell Nomad MIPS está diseñado para las salidas de MTB. Con su construcción ligera In-Mold y el sistema de ajuste Ergo Fit, este casco ofrece una comodidad excepcional, sin importar el tiempo que se esté sobre la bicicleta. El diseño específico para el Trail incluye mucha cobertura inferior, además del sistema MIPS, que protege de posibles lesiones cerebrales ante ciertos impactos, para pedalear con confianza. El sistema No-Twist Tri-Glides permite mantener las correas planas aportando seguridad y estabilidad. Además, este modelo incorpora una visera desmontable para una mayor personalización.

Características:
- Carcasa In-Mold de policarbonato
- Sistema MIPS
- Sistema de cierre Ergo Fit
- Sistema No-Twist Tri-Glides
- Aberturas de ventilación: 15
- Certificaciones: CPSC Bicycle, CE EN1078
- Peso: 325 g

Tecnologías:
- In-Mold
Sistema que fusiona la carcasa exterior en policarbonato resistente con el interior de espuma que absorbe los impactos del casco. El proceso de fusión permite mejorar el sistema de ventilación, aportando más frescura y comodidad.

- Ergo Fit
Sistema de ajuste de dial, sencillo y fácil de usar con una sola mano.

- Sistema MIPS
Tecnología líder en desplazamiento plano dentro del casco, diseñada para reducir fuerzas rotacionales que pueden resultar de determinados impactos. Cuando una cabeza rota rápidamente y llega una parada brusca, la aceleración rotacional puede causar en el tejido cerebral altos niveles de tensión. El estiramiento del tejido que se provoca por estos movimientos puede dar lugar a varios tipos de lesiones cerebrales. Creemos que los cascos equipados con la tecnología MIPS puede añadir mayor nivel de protección frente a determinados tipos de impactos. MIPS usa un sistema de desplazamiento plano que se mueve dentro del casco, mimetizando el propio sistema de protección del cerebro. Esta capa esta diseñada para rotar dentro del casco con el intento de potencialmente ralentizar o reducir la cantidad de energía transferida hacia o desde la cabeza. La ciencia nos dice que si podemos reducir el estrés asociado a la aceleración rotacional, podríamos reducir el riesgo y la severidad del daño cerebral.